Te presento en esta ocasión un “VisualTED” que he elaborado sobre una de las 20 charlas TED más importantes que se recuerdan.

Se trata de la charla de Daniel H. Pink, escritor, articulista y conferencista estadounidense especializado en temas de negocios, la era de la información, los empleos y las habilidades necesarias en el siglo XXI.

Esta charla TED concuerda con mis propias reflexiones al considerar que no hay mejor estímulo que el buscar tu propósito al servicio de algo grande, lejos de incentivos materialistas.

En definitiva Daniel Pink muestra evidencias demoledoras de cómo los conceptos tradicionales de recompensa y castigo perjudican a la creatividad y el rendimiento.

Para resolver los problemas del siglo XXI se necesitan otro tipo de habilidades que no se potencian con los métodos de recompensa y castigo tradicionales del siglo XX, y que sólo son válidos para casos concretos donde la solución es única y sencilla.

Lo que Daniel Pink pone de manifiesto, es que es necesario potenciar otros métodos de progreso en las empresas que concuerden con lo que la ciencia de la motivación humana demuestra que hay que hacer, y que en general las empresas no hacen: autonomía, maestría y propósito.

“VisualTED” – Dan Pink: sorprendente ciencia motivación

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La charla trata de demostrar el poder, o incluso el entorpecimiento que suponen los incentivos en los negocios mediante las evidencias obtenidas con el problema de la vela. Fue creado en 1945 por un psicólogo llamado Karl Duncker y se usa en una gran variedad de experimentos en la ciencia del comportamiento.

El objetivo es fijar la vela a la pared de forma que la cera no gotee en la mesa.

Mucha gente empieza a clavar la vela a la pared con las chinchetas, o la gran idea de encender el fósforo, derretir el lado de la vela y tratar de adherirla a la pared, pero nada funciona. Tras 5 o 10 minutos, la mayoría de las personas llegan a la solución.

Al principio miras esa caja y la ves sólo como una caja para chinchetas, pero puede tener también esta otra función, como plataforma para la vela.

El científico Sam Gluckberg experimento comparando la rapidez de realización de este ejercicio entre grupos incentivados con dinero y otros que simplemente lo harían para saber cuánto se tarda en solucionarlo como experimento.

El grupo de los incentivados es siempre más lento, ya que los incentivos entorpecen el pensamiento y bloquean la creatividad.

Este experimento con idénticos resultados ha sido reproducido repetidas veces y vuelto a repetir durante casi 40 años. Si por el contrario presentamos el experimento mostrando la caja vacía, es más fácil sobreponerse a lo que se llama fijación funcional.

¿Qué ocurre en este caso con el grupo de los incentivados?

Gana sobradamente al otro grupo porque cuando las chinchetas se presenta fuera de la caja la solución es más fácil de ver.

Las recompensas condicionadas funcionan muy bien para ese tipo de tareas, donde hay reglas sencillas y un claro objetivo que cumplir.

Con estos dos supuestos podemos presentar los dos tipos de motivadores que son necesarios para cada caso. En primer lugar los del siglo XX:

  • Extrínsecos. Los castigos y las recompensas, que por su propia naturaleza, estrechan nuestro punto focal y concentran la mente. Es por eso que funcionan en estos casos. Dan Ariely, uno de los grandes economistas experimentó con personas mediante juegos que suponían diferentes niveles de destrezas, y probó con diferentes niveles de incentivos económicos. La conclusiones fueron que mientras la tarea involucró solamente destreza mecánica los incentivos funcionan, pero conforme se requirió incluso mínima destreza mental, una recompensa mayor llevó a un desempeño peor.
  • En segundo lugar los motivadores necesarios para los problemas del siglo XXI: Intrínsecos. En el verdadero problema de la vela, como la solución no es clara esa misma recompensa estrecha nuestro punto focal y retrasa nuestra posibilidad de éxito. Esto pone de manifiesto que lo que realmente importa son las habilidades conceptuales, creativas e intuitivas.

Según todo esto hay una discordancia entre lo que la ciencia dice y lo que las empresas hacen. Necesitamos una perspectiva completamente nueva basada en lo que los científicos han estudiado de la motivación humana.

Desde la motivación intrínseca, y alrededor del deseo de hacer cosas porque importan, porque nos gustan, porque son interesantes, porque son parte de algo importante.

Se puede resumir en potenciar tres elementos: autonomía, maestría y propósito:

  1. Autonomía, el impulso que dirige nuestras propias vidas.
  2. Maestría, el deseo de ser mejor y mejor en algo que importa.
  3. Propósito, la intención de hacer lo que hacemos al servicio de algo más grande que nosotros mismos. Estos son los ladrillos de un sistema operativo completamente nuevo para nuestros negocios.

En resumen, hay una discordancia entre lo que la ciencia dice y lo que las empresas hacen:

  1. En primer lugar esas recompensas del siglo XX, esos motivadores que creemos son parte natural de los negocios, funcionan pero sólo en una sorprendente y estrecha franja de circunstancias.
  2. En segundo lugar, esas recompensas condicionadas a menudo destruyen la creatividad. Y
  3. por último, el secreto del alto desempeño no está en recompensas y castigos, sino en una fuerza intrínseca invisible. La fuerza de hacer las cosas por su propio interés. La fuerza para hacer cosas porque importan.

Te recomiendo que no dejes de ver al menos una vez la charla TED al completo de Dan Pink, ya que además del mensaje de fondo que te he adelantado, podrás francamente disfrutar de la divertida presentación que realiza con ciertas dosis de humor americano:

Para terminar, lo que te recomiendo es que archives las imágenes mostradas para tenerlas siempre presentes; tal vez en Instagram.

Te vendrán bien cuando busques inspiración, necesites desarrollar algún tema relacionado, o simplemente quieras repasar rápidamente estos conceptos que son como pequeñas píldoras de conocimiento y reflexión universal. Tenerlas presentes y en cuenta, nos puede llegar ha hacer un poco mejores en el día a día, ya que permiten ver las cosas desde otra perspectiva.

No lo digo yo, lo dicen algunas de las personas más inteligentes y creativas del planeta.

¿Qué opinas al respecto?


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